Pues bien, siguiendo con esa costumbre que tengo de echar la ropa de deporte cada vez que salgo de viaje, esta semana aprovechando una escapada a Málaga cómo no, a hacer turismo deportivo.
Como tengo el hotel cerca del puerto, el recorrido empieza en La Alameda principal, mitad levantada por las obras del metro y la otra mitad luce así de bonita.
Por una de las calles que suben me dirijo al mercado de Atarazanas. Antiguamente la linea de agua llegaba hasta aquí y donde ahora son unos mercados, antes eran astilleros.
Siguiendo más o menos en linea recta por Puerta del Mar y Calle Nueva, llego hasta la Plaza de la Constitución, ahí está el reloj donde los malagueños reciben el año nuevo.
Si miramos a la derecha se ve lucir una majestuosa Calle Larios. Como ha llovido esta noche está todo precioso mojado, aunque hay que llevar cuidado con no dar un resbalón. Poca gente por la calle y me la hago pabajo y luego parriba. A esa hora es todo un lujo.
De nuevo en la plaza pregunto a un camarero que está abriendo el bar y tomo a mano izquierda donde está el Museo Thyssen. Como aún no han abierto foto y palante.
¿Y ahora pa donde tiro yo?
Decido perderme un poco por las angostas calles y dando tumbos llego a la catedral de la Encarnación, la rodeo disfrutando de los distintos estilos arquitectónicos que tiene, aunque la verdad es que yo no entiendo mucho pero aún así es impresionante.
Con mi inglés macarrónico a una pareja de ingleses que pasan les pido una foto, que sino no va a salir más que piedras en esta entrada. Al fondo la Alcazaba y el teatro romano.
Es muy temprano, apenas las 8:30 de un domingo y algún corredor como yo y los empleados de la limpieza que están acabando de poner las calles. Un saludico para ellos.
Avda. Cervantes, Banco de España y llego a los pies de la subida al castillo. Tiro o no tiro. Pues si lo pienso no subo así que, parriba.
Siete u ocho rampas de estas que los escalones tenían cada uno tres pasos que más o menos los subo fresco, pero luego empezaba otra serie de rampas sin escalones y de piedra en las que he tenido que parar a andar más de una vez. El corazón se me salía por la boca, o el hígado, no se bien jeje.
La verdad es que vale la pena la foto, desde allí arriba las vistas son espectaculares y aún faltaba la foto arriba. Qué, pensabas que me iba yo a bajar sin ella? JÁ
En las rampas pronunciadas de bajada había que tener extra de prudencia, un resbalón y al pijo.
Como desde arriba se veía la plaza de toros, yo a darle la vuelta al ruedo, eso sí, por fuera.
Y de nuevo por el paseo España que va paralelo al puerto tiro a ya de vuelta y... qué ven mis ojos, una carrera. La verdad que la tentación ha sido fuerte, pero fiel a mis principios de no correr sin dorsal, bueno y a que me estaba esperando mi Sra. para desayunar, decido ir a recogerme.
Este es el plano del recorrido. Ya saben que la mejor forma de conocer y visitar una ciudad es a patita, corriendo o andando pero es lo suyo.
Hoy la entrada me ha quedado más de blog de viajes que de deportes, pero es lo que hay.
Málaga, muy bonita, me ha encantado.
Un saludico y talueguico.