Aprovechando una escapada y como no tenemos remedio, echo las sandalias a la maleta para ver si están todas las calles en el mismo sitio que las dejé la última visita.
El primer día nos acercamos a Monachil, un pueblo a unos 8 kms del centro a hacer una ruta de senderismo, voy con la familia y tampoco es plan de abusar. Como llegamos un poco tarde y esta ruta es todo lo larga que uno quiera nosotros en un par de horas nos apañamos, visitando el río, con un agua fría no, lo siguiente, y unas fotos en los puentes colgantes.
La verdad es que me quedé con ganas de más, pero en otra ocasión será. Si alguno tiene interés aquí esta el enlace a modo de guía.
Y ya el segundo día madrugo un poco y me voy a dar una vuelta por el centro.
El hotelito está un poco lejos del centro lo que me vale para entrar en calor y callejeando me acerco al paseo del Violón y las Bombas, que es lo más cercano que voy a estar de la salida para la subida al Veleta jeje, un par de fotos y seguimos.
Subida hasta la zona de tiendas, foto con los Reyes Católicos y de cabeza a Plaza Nueva y el Paseo de los Tristes con poca gente, cosa que se agradece, apenas los repartidores y los barrenderos que están acabando de poner las calles, ahí empieza una ligera subida.
Al final del paseo giro a la derecha y tengo dos opciones: recto o a la izquierda, como aunque no lo parezca por influencia de mi padre me gusta Antonio Molina, tiro a la izquierda por el camino del avellano para ver la famosa fuente de la canción.
Y luego de pegarme una subida del copón, resulta que no tiene agua. Bueno al menos las vistas del Sacromonte y el Albaicín desde este lado del río merecen la pena.
Vuelvo sobre mis pasos ya en bajada para recuperar el aire y de nuevo otra subida por una cuesta tremenda, la cuesta del Rey Chico, ni asfalto ni cemento ni nada, un empedrado que con las sandalias que llevo hoy se clava hasta el alma, pero bueno, tampoco es plan de quejarse, pasicos cortos y parriba.
Las vistas por detrás de la Alhambra son preciosas y ya que estamos no puede faltar la foto en la puerta. Ya cuesta abajo esta vez, el camino me lleva a la Plaza Nueva y callejeando por sus red de enredadas y adoquinadas calles me acerco a visitar la Catedral y el Monasterio de San Jeronimo.
Y como digo siempre esta ciudad cada vez que voy me sorprende, aún me quedan rincones por ver. Sin duda la mejor forma de hacer turismo.
Un saludico y talueguico.
Ni en vacaciones te estás quieto Paco, jajajaja.
ResponderEliminarEn ná estói yo en el paseo de la bomba para hacer la salida y subir al Veleta.
A pasarlo bien y disfrutar que es lo que hay que hacer.
Un saludo. ¡Haaaaaaaa!!!! La ruta preciosa.
Que pasada, que recuerdos, viví allí dos años. Buen circuito, aunque con el calor granadino se haría duro
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